Carácter propio fundamentado en el Humanismo Cristiano

Las obras educativas de La Salle se inspiran en el talante cristiano de toda la acción educativa que desarrollan. Así queda recogido en el documento marco “Carácter Propio de los Centros La Salle”. Consecuentemente, este talante lo concretamos y contextualizamos en los respectivos Proyectos Educativos y socio-educativos de cada obra, explicitando la tarea evangelizadora en tres niveles:

1.- Este nivel está propuesto para niños, jóvenes, adultos, creyentes o no creyentes, católicos o de otras confesiones. Los contenidos se dirigen a educar en valores: suscitar la responsabilidad, desarrollar la creatividad, promover la justicia, estimular la convivencia, cultivar la interioridad, abrir a la trascendencia (Cf. Carácter Propio Centros La Salle, págs. 8 a 10) En acciones tales como: Reflexión de la mañana, grupos de tiempo libre, Grupos Lasalianos, convivencias escolares o de grupos, participación y protagonismo en campañas sociales, acompañamiento tutorial, orientación vocacional, formación de padres y madres, formación de nuestros educadores.

2.- En este segundo nivel hacemos posible la reflexión y valoración de la propuesta religiosa desde la libertad y la personalización de la opción creyente. Enseñamos a valorar las diferencias entre las culturas y entre las religiones como una riqueza. Educamos en el aprecio a la propuesta cristiana. Practicamos el diálogo Fe-Cultura en: Enseñanza Religiosa Escolar, unidades didácticas interdisciplinares (todas las asignaturas), experiencias interculturales e interreligiosas, dinámicas sobre Derechos Humanos, Derechos del Niño, Globalización, Ecología…

3.- Este tercer nivel está dirigido a niños, jóvenes y adultos que desean profundizar en la persona de Jesucristo, participar en alguna dinámica comunitaria y compartir su espiritualidad. Ofrecemos una formación religiosa continuada que haga posible el seguimiento de Cristo en: Celebraciones bíblico-simbólicas o de la Palabra, participación activa en las oraciones, compromiso social, catequesis sacramentales, participación en los sacramentos, experiencias vocacionales, procesos catecumenales, participación e integración en la vida eclesial, formación y acompañamiento de grupos de educadores.

Este talante cristiano y evangelizador es el principio inspirador de todos los esfuerzos educativos en los diferentes campos donde La Salle está presente:

• en el trato y la relación personal y cercana que establecemos entre los educadores, los alumnos, las familias y su entorno;
• en la educación en valores que promovemos;
• en las clases de Enseñanza Religiosa que impartimos;
• en la oferta de propuestas formativas que hacemos a alumnos, antiguos alumnos y familias;
• en el respeto a todas y cada una de las personas con las que convivimos;
• en las acciones sociales y solidarias que fomentamos;
• en las actividades para formar grupo y crecer como ciudadanos responsables;
• en nuestro objetivo de suscitar cristianos maduros;
• en las experiencias eclesiales que apoyamos.

“De forma coherente con nuestro CARÁCTER PROPIO, los centros La Salle estamos atentos a las necesidades reales de las personas y de la sociedad para servir a todos, especialmente a los pobres y necesitados, y contribuir a la formación integral de los niños y de los jóvenes mediante la entrega generosa de nuestros educadores. Nuestro estilo pedagógico incluye entre sus bases la educación centrada en el alumno, con sus éxitos y dificultades, proporcionando los medios y ayudas necesarios, así como en la atención a la diversidad, ofreciendo a cada uno las oportunidades para su pleno desarrollo”.

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