Parábola de Jotán
Uno de estos días pasados del mes de julio las lecturas del Oficio de los Salmos ofrecía el texto de Jueces, 9, 1-21 y me pareció muy oportuno para un reflexión en tiempos de elecciones os lo ofrezco por si os gusta pensar un poco en la vida pasada.
¿No se parece “un mucho” a la presente?
Abimélec, hijo de Gedeón, se fue a Siquem para hablar con sus parientes, y les dijo:
«Convenzan a la gente de Siquem de que es mejor que los gobierne yo, que soy su pariente materno, y no los muchos hijos de Gedeón».
Entonces sus parientes se fueron a hablar con los de Siquem. Éstos decidieron apoyar a Abimélec, y le dieron mucho dinero, el cual sacaron del templo de Baal-berit para que matara a los otros hijos de Gedeón. Abimélec alquiló a unos bandoleros para que lo acompañaran, y fue al pueblo de su padre.
Allí, sobre una misma piedra mató a sus hermanos. El único que se salvó fue Jotam, el hijo menor de Gedeón, porque se había escondido. Entonces toda la gente de Siquem se reunió con la de Bet-miló, junto al roble sagrado que está en Siquem, y nombraron rey a Abimélec.
Cuando le llevaron la noticia a Jotám, este se puso en la cima del monte Garizím, y gritó con voz potente:
“Escuchadme, señores de Siquém, y que Dios os escuche a vosotros.
Los árboles se pusieron en camino para ungir a un rey que los gobernara.
Entonces dijeron al olivo: ‘Sé tú nuestro rey’.
Pero el olivo les respondió: ‘¿Voy a renunciar a mi aceite con el que se honra a los dioses y a los hombres, para ir a mecerme por encima de los árboles?’.
Los árboles dijeron a la higuera: ‘Ven tú a reinar sobre nosotros’.
Pero la higuera les respondió: ‘¿Voy a renunciar a mi dulzura y a mi sabroso fruto, para ir a mecerme por encima de los árboles?’.
Los árboles le dijeron a la vid: ‘Ven tú a reinar sobre nosotros’.
Pero la vid les respondió: ‘¿Voy a renunciar a mi mosto que alegra a los dioses y a los hombres, para ir a mecerme por encima de los árboles?’.
Entonces, todos los árboles dijeron a la zarza: ‘Ven tú a reinar sobre nosotros’.
Pero la zarza respondió a los árboles:
‘Si de veras queréis ungirme para que reine sobre vosotros, venid a cobijarse bajo mi sombra; de lo contrario, saldrá fuego de la zarza y consumirá los cedros del Líbano’.
Y ahora, díganme:
¿Han obrado ustedes con sinceridad y lealtad al proclamar rey a Abimélec?
¿Se han portado bien con Ierubaal y con su familia, y lo han tratado como se merecía?
Mi padre combatió por ustedes, arriesgó su vida y los libró del poder de Madián, y ahora ustedes se han levantado contra la familia de mi padre, han matado sobre una misma piedra a sus setenta hijos, y han proclamado rey de los señores de Siquém a Abimélec, el hijo de su esclava, aduciendo que es hermano de ustedes.
Después Jotám huyó para ponerse a salvo, y se estableció en Beer, lejos de su hermano Abimélec.
Paterna, junio de 2016
Félix Benedico. F.s.c.